
Es primeros de mayo y me interno en uno de los melojares (bosques de Quercus pyrenaica) de la sierra de Guadarrama. No paseaba por aquí desde una tarde fría del pasado otoño. La mañana es clara, luminosa y húmeda después de las últimas lluvias intensas. Alguna nube se resiste aún a marcharse y con la sombra que proyecta hace aún más bonito el verde intenso de la pradera, salpicado de multitud de flores de variadas especies que invitan a la contemplación y a la fotografía.
Justo al bajarme del coche me saluda un intenso lupino azul refugiado en la sombra de un arbusto. Hay multitud de blancas y elegantes arenarias que salpican el suelo entre los brotes tiernos y rosados de los recientes robles melojos. Alguna pequeña cistácea también aporta su delicadeza y su blanco de sábana tendida al sol. Por fin han abierto las hermosas peonías, con su sus enormes pétalos rosa intenso y su multitud de estambres amarillo vivo. Son tan llamativas, que quizás muchas no se salven del asombro del paseante que decida instalarlas en un jarrón de su vivienda. También los gamones o asfodelos ofrecen sus flores en espiga y atraen a numerosos insectos. Grupos de Centaurea triumfetti (azulejos) dan un toque violáceo y curioso al terreno. También hay pequeños Geranium y algunas compuestas más familiares por su aspecto de margarita. Llama mi atención la gran cantidad de escilas o jacintos de los prados (Hyacinthoides hipanica) que salpican el herbazal. Otro de los endemismos peninsulares, que con sus delicados tonos lilas endulzan la primavera de nuestros bosques de melojos. Otras liliáceas presentes son las blancas Ornithogalum umbellatum (o leche de gallina o estrella de Belén) con sus seis finos pétalos y posando en grupetes casi a ras de suelo. Una sola Polygala en todo el camino y varios ejemplares de Armeria rosa pálido ponen la nota de exclusividad en la húmeda pradera. Una última flor con aspecto de valerianácea me da la despedida y me recuerda que al volver tengo que consultar mis manidas guías de flora. Ya empieza a calentar el sol demasiado...
Haces fotos también cuando escribes. Una imagen muy bonita.
ResponderEliminarDiana