SIERRA NUESTRA Una pradera de festuca bajo mis pies descalzos, un narciso que brota, frágil e intenso, una mariposa que reposa sobre tu lecho de acículas… mientras observo tus perfiles de piedra serrana. La caricia sonora del arroyo me invita a no pensar en más tiempo ni espacio que el tuyo, Guadarrama viva, Guadarrama pura, hay en tus rincones verdades y bellezas. No hay más tesoros que los que te planean con su quejido de dama del cielo, ni mayor fortuna que tu concierto de pequeños revoltosos en tus grandes copas. Desde las gotas transparentes de tus cauces, hasta esa pequeña piedra engalanada de mica, por la que salta una patilarga sorprendida, todo en ti rezuma historia, calma y vida. Cómo me gustaría que al mirarte te vieran, todo lo que eres, todo lo que das… desde el respeto profundo por tus bondades hasta, por tus paisajes, el éxtasis vital. No eres simple merendero de domingo, ni pasto de disputa, ni especulación, eres